Regalo de cumpleaños de madrastra e hijastra a su hijastro – Parker Swayze y Bambi Brooks – Terapia familiar – Avance
29"Yo llevo el fuego", susurró. Roxy se ofreció sin dudarlo. La cápsula se deslizó poco a poco. Nunca habló de lo que soportó. Soportó, porque no tenía elección. Era una herramienta. Sin un medio seguro de entrega, un núcleo de energía vital debía ser transportado de la forma más encubierta e impensable: oculto en el cuerpo de una Hermana desarmada. No es glorioso. En un universo donde los santos se forjan a partir del trauma y el silencio, el sacrificio de Roxy resuena como un testimonio brutal del credo del Imperio: **solo con la muerte termina el deber**. Sin herramientas. Frío. Pero es sagrado. Cuando comienza.
Roxy lo mordió y se acostó. Solo dos almas respiraban en esa cámara silenciosa: la Hermana Roxy, despojada de todo menos de la fe, y la Sacerdotisa Verena, cuyas manos temblaban a pesar de décadas de calma ritual. Lo que ella soporta es incomprensible, y sin embargo, completamente humano. Lo que ella soporta es incomprensible, y sin embargo, completamente humano. "Tenemos que eliminarlo".
—Tranquilo —dijo—. Puede que te destruya.
Roxy, pálida y resuelta, asintió. Cuando un Astartes capturado, el Hermano Sargento Caelen, fue descubierto en las profundidades...